MUNAD

Bordado

Diana Carolina Godoy

Publicado el 22 de abril de 2022

La motivación que inspiró la máquina que escogí viene de una experiencia que comienza en mi adolescencia al pasar tiempo con mi abuela materna entre hilos y agujas, y descubrir que con pocas cosas se podían crear texturas, formas y hasta dibujos. Nunca bordé, siempre fue el croché mi oficio favorito y me permitió descubrir que la acción de tejer carga consigo innumerables variables que desconocemos pero que nos abrazan cuando nos permitimos adentrarnos entre sus movimientos y tiempos.
Y esta aguja se convirtió en una máquina de dibujo cuando la empiezo a usar fuera de los paradigmas propios de tejido en croché y la enfrentó con tambores y telas, exigiendo cambios en numeraciones, tamaños, hilos para lograr que, así como en el dibujo se consiguen gramajes de líneas e intensidades, yo pudiera dibujar con características similares.
Primero solo se interviene un lienzo suave y se juega con colores y superficies de luz y sombra que por la calidad del tejido propio del croché, dejan una estela de texturas que saturan el resultado final. Es por esta razón que se empieza a abordar el dibujo como la línea que se ve reflejada en el hilo, y se construyen dibujos basados en líneas simples y limpias con espacios creados a partir del cruce de estas líneas y que permiten consolidar las imágenes, para luego finalizar en unos dibujos un poco más elaborados pero sin tanto color como los primeros.
Toda esta experiencia es permeada constantemente por la flexibilidad del tiempo que potencia la reflexión en medio de la utilización de esta máquina y que permite hacer conciencia de los pensamientos, sentimientos, sensaciones y contenidos internos mientras se dibuja. No siempre es un ejercicio grato, porque en ocasiones se espera avanzar con más premura para lograr un resultado final en menos tiempo del esperado, pero la máquina no funciona así. Ella enseña a esperar pacientemente tras cada puntada, a acercarse y alejarse para lograr entender cómo se entrelazan los hilos de manera que logren componer un dibujo final lleno de textura e historia.
De manera particular, la obra final es el resultado de la exploración de líneas, grosores, agujas y telas, pero también de rostros, de fotos, de recuerdos que se observan detrás de las pantallas de computadores o celulares impidiéndoles un acercamiento al propio cuerpo que los ha vivido.

Por eso el formato utilizado son tambores de tamaño pequeño con tela blanca para evocar esas fotos instantáneas que se guardaban en los cajones con el rostro de los seres queridos que queremos inmortalizar para que nos acompañen en nuestro viaje. Son rostros tejidos en crochet con hilos de diferentes gramajes y agujas de distintos números para relacionar esos innumerables elementos que hacen parte de los bocetos previos a las obras de arte que incluso llegan a estar más cargados de emoción que algunas obras finales.
Esta máquina me enseñó que la paciencia y el tiempo son aspectos fundamentales de la creación, y que lo que importa es entenderse, aprenderse y construirse puntada tras puntada, con detalle y delicadeza.

Conoce la máquina de Diana Godoy

“Cada puntada puede durar lo suficiente para pensar en lo que sea. Todo parece un código que se descifra con el tiempo. Esta máquina siempre habla despacio.”

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Explora la bitácora de experimentación

En el lenguaje de los navegantes, la bitácora es un tipo de armario, habitáculo o mueble que se fijaba a la cubierta (al lado del timón), en el cual estaba el cuaderno de bitácora en el que se iba registrando lo acontecido en los viajes marítimos o fluviales y la resolución de incidentes. Las bitácoras se asumen como una especie de “memoria de viaje” en la cual se registran o consignan las experiencias, en este caso sensibles, del proceso de creación en Máquinas de dibujo. Asimismo, son una fuente primaria para la recolección de datos y la emergencia de nuevas formas de creación, en tanto en ellas se puede depositar, de diversas maneras, las impresiones, pensamientos y reflexiones, de manera singular por cada participante. Estas bitácoras operan como objetos que harán parte de la socialización del proyecto.

Tejer como máquina: memoria y herencia

Primer dibujo terminado: Este dibujo duró más de lo que creí, pero el tiempo es lo realmente importante en esta máquina. Además, el dibujo se puede palpar.

Conoce todo el proceso de registro de Diana

ACERCA DE LA AUTORA

Diana Carolina Godoy

Artista y docente del programa Licenciatura en Artes plásticas de la Universidad Santo Tomas – USTA