La obra El rostro de la memoria se materializó con el propósito de mostrar una instalación artística movida por la reconstrucción de memoria que practica mi abuela materna frente a la pérdida de su pareja sentimental, mi abuelo.
          A partir de allí y frente a los conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera de Artes Visuales, me es posible representar esta situación en una obra artística, la cual más allá de un proceso de investigación-creación es un homenaje a mis abuelos. En todo el proceso me encontré con varios cuestionamientos que fueron fundamentales para la realización de este proyecto.
           El ahondar en su historia me sumergió en una cantidad de significados simbólicos que fueron el pilar fundamental para el aprendizaje de la técnica y la experimentación del material, surge con esto el bordado, el cual gracias a mi abuela pude aprender y del cual me fue posible representar las imágenes de aquellos objetos depositarios de memoria que mi abuela aún conserva, el fique y el material principal de mi obra el cual es incluido en homenaje a mi abuelo como la representación de su trabajo por muchos años y el cual fue el sustento de mi familia del que finalmente es el símbolo y soporte de su historia.
           Finalmente el proyecto concluye con seis piezas bordadas en fique que contienen los retratos de mis abuelos y las imágenes de los objetos, estos están en una secuencia de izquierda a derecha simbolizando la forma en la cual mi abuela conecta los recuerdos de su mente con los objetos y de esta forma le es posible reconstruir la imagen de mi abuelo.