Silencio y olvido.
Mujeres de la guerra.
Mujeres invisibles.
Mujeres anónimas.
Desinterés, desinformación, desmalvinización, misoginia, una especie de depredamiento de las historias de las mujeres.
¿Quiénes son aquellas mujeres que estuvieron presentes de una forma u otra durante el combate y después, cargando sus historias en silencio?
Argentinas, Inglesas, isleñas, militares, civiles, enfermeras, maestras, madres, esposas, hermanas, abuelas, novias, amigas. Miles de mujeres anónimas, que abrazan en silencio el dolor de aquellos a los que la guerra marcó para siempre. Mujeres como nosotras, que tenemos la capacidad de ponernos en la piel del otro. Esa piel, que puede contener y estirarse casi sin límites. La piel, que primero se vuelve transparente dejando al descubierto las heridas del alma, y cuando no soporta más, se arranca, se desgarra, se aja, se abre, quedando en carne viva.
La piel que quiere olvidar y no puede.