En este proyecto se logra detallar y analizar como la clase media de algunos sectores de Medellín se caracterizan por el consumo como símbolo de estatus en la construcción de identidad, la imagen colectiva se transforma por convivencia con el narcotráfico, dando paso a toda una expresión sociocultural. este crecimiento económico influencia estructuras de poder como referentes de base social, impone valores, comportamientos, símbolos y significados para legitimar su presencia, promoviendo ideologías sustentadas en el consumo. La identidad del narco se basa en la imagen y es útil para su proceso de legitimación, valores simbólicos refuerzan su presencia, modelos de consumo ratifican su poder económico, la identidad de la clase media es influenciada por imitación, adopta señales de éxito material y prestigio. Generan nuevas formas de relación social y establecen jerarquías de dominio basadas en el precio de las posesiones de cada quien.

El poder adquisitivo y el consumo ostentoso patentan comportamiento ligado al auge de la clase media, narrativa comercial de la cultura de masas, el consumo más que satisfacer necesidades concentra la atención en el estatus de los objetos de culto que celebran la banalidad, todo gesto se referencia en los medios masivos, la industria del entretenimiento aporta los criterios estéticos. La metodología es hacer acercamientos documentales en torno a cada uno de los conceptos implicados en la problemática y de esta manera estructurar un discurso desde la estética que refleje las causas y consecuencias de manera formal, creando un espejo social en el que los medellinenses de clase media se vean reflejados y cuestionados en sus relacionamientos sociales.