De la palma al Carbón

De la palma al carbón (2025) es una investigación artística que examina la relación entre el dibujo y su impacto ecológico. A través del grafito —mineral originado en antiguos bosques carbonizados—, la serie busca visibilizar los costos ambientales asociados a los procesos materiales del arte. El papel y el grafito dejan de ser simples soportes para convertirse en parte del discurso sobre extracción y transformación.

Compuesta por cinco dibujos, la serie interviene la superficie del papel mediante cortes, pliegues y texturas que señalan la tensión entre creación y deterioro. En estas fisuras aparecen figuras de orangutanes, recordando la cercanía biológica entre especies y la interdependencia que compartimos.

La presencia del monocultivo de palma aceitera —relacionado con la producción industrial de papel— funciona como trasfondo crítico. El uso del trampantojo no busca el engaño visual, sino subrayar la contradicción entre virtuosismo técnico y daño ecológico.

Más que ilustrar una crisis ambiental, De la palma al carbón la incorpora en su propio proceso. El grafito, como vestigio de vegetación fosilizada, y el papel, derivado de bosques talados, conforman una reflexión material sobre las huellas que deja el arte en su entorno. La serie propone pensar el dibujo como un acto de conciencia, una responsabilidad con el mundo que lo hace posible.

Pertinencia del proyecto en esta convocatoria

Entiendo la identidad como una construcción en permanente relación con los demás y con el entorno. Cada elección —material, estética o cotidiana— deja una huella que refleja nuestra forma de estar en el mundo. Mi práctica parte de ese reconocimiento: el arte como un espacio donde las imágenes dialogan con lo humano, lo ético y lo ecológico.

A través del dibujo y la pintura, indago cómo los gestos más simples —mirar, representar, consumir— revelan estructuras de poder y responsabilidad compartida. Hablar de mis imágenes es hablar de mí, pero también de las relaciones que me atraviesan y de los vínculos que configuran lo colectivo. Cada obra busca sostener esa conversación entre lo personal y lo común, entre el acto de crear y la conciencia de sus consecuencias.