«Mapas para perderse. Cartografía, deriva y afectos» propone la comprensión y apropiación de la cartografía como un medio artístico para subvertir las formas convencionales de representar el territorio que, al ser abordado desde la deriva, involucra la reflexión y la conexión con nuestras emociones. Desde este ángulo, el tránsito por el espacio se entiende como una experiencia que aporta a la elaboración de narrativas visuales, planteadas en la obra como “mapas”, que proponen inicialmente incertidumbres que se revelan ante la interpretación propia.

            La cartografía se reafirma como un campo del conocimiento que aporta a la creación artística entrelazándose con las reflexiones sobre la noción del territorio. En consecuencia, los mapas que cumplen una función geográfica e informativa pueden también considerarse como expresiones artísticas que transmiten emociones y aportan múltiples significados desafiando las formas tradicionales de representación, sugiriendo diferentes perspectivas y narrativas.

            La obra cuestiona la «objetividad» de la cartografía y plantea que el arte tiene el potencial de subvertir las formas de entender el territorio, adoptando códigos cartográficos como herramienta para evocar dicha invención del espacio trascendiendo las divisiones geopolíticas convencionales. Así, se plantea una reflexión sobre el concepto de territorio, su representación y cómo afecta a quienes lo habitan, invitando al espectador a perderse explorando estos mapas artísticos, narrativas y perspectivas que puedan sugerir.