El presente trabajo propone una reflexión acerca de la velocidad implícita en la tecnología y su estrecha relación con el concepto de desarrollo. Esta velocidad es representada por la figura del tren en un contexto donde este funciona cómo una imágen alegórica a ideas de progreso y de desarrollo que no logran concretarse en el contexto social y político nacional.

Se busca por medio de la analogía entre dos elementos que son producto del desarrollo tecnológico cómo lo son el tren y el video, establecer un diálogo entre las velocidades que implican las cada vez más globalizantes tecnologías. Para ello el proyecto es trazado sobre tres elementos conceptuales que le dan orden al proceso de investigación y que permiten cohesionar la obra desde lo teórico hacía la práctica artística.

El accidente implícito en el desarrollo tecnológico y el concepto de velocidad cómo instrumento político abordados por Paul Virilio en su libro, El Cibermundo, la Política de lo Peor. Con ello trazo los ejes conceptuales teóricos desde donde parto para plantear la reflexión general acerca de cómo dichas nociones están atadas a los discursos de desarrollo. En la búsqueda de llevar estas nociones al plano local, decidí indagar acerca de la historia del ferrocarril en Colombia para comprender las dimensiones y repercusiones de intentos fallidos sobre una idea de progreso basada en la velocidad tecnológica, pero insuficiente cómo proceso real que contemple más dimensiones del desarrollo.

El segundo eje conceptual es la estación de Bagazal, donde busco traer el sentido del desplazamiento a través de la máquina que ya no es el tren, sino la cámara de video y la manipulación directa de la imagen, para recrear la ilusión de algo que nunca fue. En este punto cobra importancia la etapa de acercamiento al contexto material , es decir, una estación de tren elegida entre tantas otras y donde los efectos del tiempo sobre la infraestructura pensada cómo sustrato visual se hacen evidentes. Entre las razones por las que decido trabajar en la estación de Bagazal están el estado en el que se encuentra la estación, ofreciendo su figura en ruinas, pero aún en pie y con una menor intervención a su estructura con respecto a otros posibles lugares luego de su abandono. El lugar en sí mismo ha constituido no sólo un recurso para recurrir a él desde las consideraciones conceptuales a partir de mis lecturas y reflexiones, sino también para establecer una cercanía mucho más física que invita al trabajo con la cámara, a establecer recorridos, obtener lecturas que transitan desde la estación misma hacia su exterior y los lugares que la rodean con sus particularidades. De esa manera emerge la configuración de un diálogo entre el lugar y la cámara. En este proceso me he permitido libertades desde lo visual al momento de explorar y reconocer el lugar pero también me he impuesto la racionalización del registro y del empleo de la imágen. Ambas etapas, necesarias para darle control al proyecto y coherencia a las imágenes. Comprender y lograr la transición de velocidades entre la imágen que me ofrecía el lugar, la imágen registrada y la imágen alterada. Así, el video y la estructura de la obra en términos visuales conforman el tercer eje conceptual, y en el desarrollo de todo el proyecto, de la reflexión sobre la velocidad implícita en las tecnologías tren y video, tomo elementos discursivos y técnicos para la elaboración del registro y la resolución de la imagen dentro de la obra.