Expedición: curiosidades de gabinete
Erick Marín
Publicado el 22 de abril de 2022
“A veces me gustaría tener su cola en la mano,
pero es imposible; el animal está siempre en
movimiento, la cola siempre de un lado para otro”
“Un animal soñado por Kafka”, J. L. Borges
Heredero de los diarios del naturalista J. Celestino Mutis, Erick Marín emprende un viaje por naturalezas recónditas. La ubicación geográfica es incierta, aunque algo contenido en sus dibujos exploratorios podría indicarnos que el viajero arribó al noreste de Providence, aquella insólita región en que un Lovecrfat alucinado, dio origen a las variantes del horror cósmico: los Mitos de Cthulhu.
El nuevo viajero se aventura a recrear en sus dibujos una suerte de viaje imaginario a las profundidades de unas aguas sin fondo aparente, aunque real en esa misteriosa fusión entre algas milenarias, bellotas arcaicas, emplastos de corazón y peces de ojos que, de lo tristes, parecen humanos. El resultado es tan extraño como sugestivas las formas de esas figuras monstruosas que parecieran demandar un lugar, mientras se fosilizan, desde la raíz de sus espinas, en los anexos de un catálogo de zoología fantástica.
Un gabinete de exhibición, el orden de unos trazados. Los dibujos –o los sueños– prueban el sino de un viajero preciso en el uso de líneas evanescentes. Una fiebre de formas, una fusión de seres asexuados con raíces de jengibre. Es lo que contemplamos en este gabinete de curiosidades exóticas. En algún lugar inestable de antiguas geografías, quizá a orillas del río Moshassuck, el viajero prepara sus alforjas para seguir explorando otra esfera ya colonizada por esa bestia humana, insectívora, que siempre mueve la cola de un lado para otro.
Rigoberto Gil
ACERCA DEL AUTOR
Erick Marín
Artista visual
Docente del programa de Artes visuales de la Universidad Nacional, Abierta y a Distancia.