La endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a una de cada diez personas con útero, se caracteriza por la adhesión de un tejido similar al del endometrio a distintos órganos del cuerpo, principalmente, en la zona pélvica y abdominal. Esta condición, además de ser común y debilitante, carece de una causa conocida, como también de cura y a menudo no es tomada en serio por el personal médico, lo que conlleva diagnósticos tardíos. La falta de especialistas y tratamientos efectivos, sumado a la variedad de impactos en cada individuo, agrava la situación de las más de 176 millones de personas en el mundo que padecen esta condición invisible, cuyo diagnóstico suele retrasarse entre siete y diez años, debido a factores socioculturales arraigados en tabúes sobre la salud menstrual y la ciclicidad, que no encajan en el sistema heteropatriarcal capitalista al que estamos supeditadas.

Vivir con endometriosis implica una experiencia transversal activa, ondulatoria y cambiante; en la cual, además, cabe la incoherencia. Por eso, este proyecto de investigación-creación se compone de las reflexiones que la endometriosis me suscita; la manera en la que aprendo del mundo al hacer parte de este contexto. Hay que asimilar la flexibilidad que permite existir de manera diversa y balanceada con las necesidades imperantes de la sociedad (poder subsistir) y las del cuerpo (saber escuchar qué necesito hacer para lograrlo).

He empezado a transitar un proceso de sanación a través de la autorreferencialidad artística. Ya que este componente trasciende la sola representación física del ser, se entiende que una obra autorreferencial no necesariamente es un autorretrato, no necesariamente implica mostrar el cuerpo. De pronto sí imitarlo, transformarlo o asignarle otro valor. En este caso, se hace posible entonces abordar la enfermedad crónica y la condición de enferma para favorecer la creación; esta me interesa como catarsis y facilita un proceso de autoconocimiento con el cual, de manera paralela y valiéndome de mi historia, mi cuerpo y los caminos que me han construido en los últimos años, puedo acercarme al dolor y a la enfermedad para visualizarla y comprenderla. Así, aunque este proceso ha sido sobre todo introspectivo, al crear puentes entre mi experiencia y los demás, necesariamente interpelo una alteridad. Es decir: aunque este es un proceso autorreferencial que ocurre en soledad e introspección, no deja de aludir a una experiencia que sucede de manera colectiva.

Ondulación Interior profundiza en la experiencia poética, personal, artística y política que resulta de vivir con esta enfermedad. Esta proyecto la explora desde las diversas aristas (médicas y sociopolíticas) que la atraviesan en su naturaleza multisistémica. Se trasciende la endometriosis al examinar las raíces culturales de la experiencia femenina a partir de la simbología del útero y del linaje ancestral. En una conjunción de lenguajes literarios y académicos, cada capítulo del libro está acompañado por una selección de las artistas que nutrieron este proceso, al igual que de diarios personales que fueron cimiento de la construcción del proyecto desde la vivencia cotidiana de la endometriosis.

De aquí surge una instalación compuesta por escultura, pintura y escritura creativa que parte de simbologías sintomáticas, de la naturaleza, de la ciclicidad y del útero. A través de la obra, me encuentro con mi cuerpo y con mi voz, dando lugar a una expresión que se vale del arte como medio para sanar mi experiencia y reclamar mi propia narrativa. Se rompe el silencio que tanto ha caracterizado esta enfermedad y a quienes la padecemos, al crear un espacio de reflexión sobre el vínculo profundo entre la experiencia individual y la naturaleza.