El proyecto de investigación- creación: “Tattoo, el Legado de las Máquinas” tiene como propósito principal identificar el oficio de los tatuadores del municipio de Pitalito, haciendo énfasis en la creación y evolución de sus máquinas junto al manejo y tratamiento de la piel para plasmar sus obras de arte. Los tatuadores que se tomaron como muestra fueron: Jorge Munar, Jeisson González y Alexander Munar y de ellos sus fotolibros que dan cuenta de sus trabajos como tatuadores. Al estudiar en el territorio, nace la exploración y dedicación en la construcción artesanal de la maquina y la fuente de poder. Esta investigación busca explorar el origen y el legado de los pioneros del tatuaje en el municipio, para comprender en mejor forma el trabajo artístico que se desarrolla en la piel.
Con esta investigación, se busca conocer las precariedades y las dificultades que desafiaron a los artistas, para poder progresar en este oficio en el territorio, carencias como: la falta del acceso a las herramientas adecuadas, la escasez de oportunidades formativas, junto al delimitado respaldo del conocimiento de la piel. También mostrar la evolución de la práctica del tatuaje en Pitalito, visibilizar las adversidades que recorrieron los tatuadores al construir y crear un instrumento artesanal, que determinara un mundo de continuo aprendizaje en las habilidades, el potencial, la estructura corporal y la creatividad en el procedimiento.
Los artistas antes de encontrarse, pasaron por oficios tradicionales como la carpintería, la construcción de carrocerías y el circo; oficios que les enseñaron y les dieron formaciones personales que los llevaron a comprender de una forma empírica-práctica al coincidir en el arte del tatuaje junto el proceso que fueron aprendiendo y solucionando los problemas en el uso de
las máquinas o en el alistamiento e intervención de la piel y que ese proceso, por ser tan personal, les proporcionó su propio estilo y el descubrimiento de una técnica única.
A partir del material de archivo recopilado, se reconstruye la historia de estos tres tatuadores mediante entrevistas y fotografías tomadas en su práctica del oficio, proporcionando un marco propicio para explorar y comprender el legado del tatuaje en el municipio, además, un aprendizaje personal del tatuaje. Todo este contenido se integra en las bases para la creación de un fotolibro, que gracias a sus cualidades expresivas, establece un diálogo directo con el lector. A través de una estructura que combina fotografías, texto y narrativas de contexto, el proyecto permite explorar los fundamentos del tatuaje a través de las historias de los tatuadores y las herramientas que han contribuido a forjar su legado en la memoria colectiva.