La obra de arte Habitar-Me nace del deseo conciso y fuerte de generar un acercamiento visual a través de la resignificación de las experiencias emocionales y físicas que transite durante veinticinco años de vida registrando mi historia corporal, de cada proceso genere (una crónica fotográfica del acercamiento a mi propia desnudez y una escultura textil con diferentes retazos de prendas las cuales use desde los trece años de edad, estas mismas rasgadas y modificadas como método de catarsis y resignificación personal con mi corporalidad y la apropiación de la desnudez desde una postura rebelde con mi cuerpo y lo que se espera de él).

Es por medio de la creación-experimental la cual tuvo una duración aproximada de dos años, donde la catarsis de mi propio cuerpo y la reconciliación con sus heridas físicas, psicológicas y emocionales se hace presente para retratar por medio de las memorias habitadas el arte de existir al desnudo siendo mujer y siendo artista en un contexto violento contra la identidad femenina y el empoderamiento corporal. Por ende, mi obra se desarrolla a través de habitarme sin ropa frente al espejo, frente a la cámara y frente a mis miedos sobre lo que la sociedad espera de mi como mujer, esto no se logró solo mirándome al espejo en la consolidación experimental de la crónica fotográfica sino en las narrativas diarias de lo que quería y ya no quería que me habitara en las memorias y vivencias desde la niñez (abuso sexual, autolesiones, autoestima baja, violencia psicológica y emocional, entre otras) , consolidando entonces el autorretrato fotográfico en dos partes, una desde la preservación de emociones que ya no quiero que me pertenezcan o me hieran continuamente y otra desde la aceptación de mi cuerpo con la definición de que todo lo que es perfecto, es lo que soy, tal cual soy, al desnudo completamente.

Con esto deseo desde la creación de mi obra que se genere la visualización de la desnudez sin ningún tipo de tabú e imposición de contextos eróticos o sexuales hirientes, esto como medio para la apropiación corporal a partir de la creación experimental de mi postura como artista, para de este modo ampliar y entender por medio de la experiencia de mi propia desnudez el contexto sociocultural de la apropiación personal del cuerpo y lo que es o no “estéticamente bonito para el otro”, pretendiendo así que tanto yo como cada individuo pueda evidenciar o repensar en sus emociones y vivencias con su propio cuerpo desnudo y la historia que hay detrás de ello, así como lo que siente y sintió habitándolo continuamente durante su vida y en el presente, entendiendo finalmente que el habitar nuestro cuerpo se siente y reafirma a partir de la libertad de ser como se desee y no desde lo que se establece socialmente como “perfección corporal”.