SALÓN UNIVERSITARIO
CREAR CON LOS OTROS
Prácticas artísticas participativas, colaborativas y colectivas
No dar por sentado
Sayarii Menassa Valiente
No dar por sentado es un proyecto de investigación-creación que explora los vínculos entre la educación, las artes y la antropología por medio de una serie de talleres, intervenciones y clases experimentales a partir de un dispositivo móvil que se asienta en el suelo y se activa de manera participativa a través del hacer y el compartir alimentos; estos encuentros buscan abrir un espacio de reflexión colectiva para cuestionar modelos pedagógicos tradicionales, en donde se asume el conocimiento como un proceso cognitivo desprovisto de cuerpo y se promueve el desarrollo de competencias individuales.
El proyecto nace del deseo por reflexionar crítica, creativamente y colectivamente sobre las implicaciones de la omnipresencia de la silla en los espacios educativos para nuestros procesos de enseñanza, aprendizaje y relacionamiento. Hajo Eickhoff (2017) la ha denominado acertadamente “tecnología del distanciamiento”, pues la silla no solamente asume como natural la distancia entre sujetos, sino que además tiene efectos tanto o más preocupantes para el pensamiento como para el cuerpo, como la veneración de la pasividad y la quietud. En la pesquisa de maneas alternativas de disponer más abiertamente el cuerpo al encuentro, se destaca como un referente importante los bancos de pensamiento amazónicos.
Si “la emancipación empieza con ‘una sutil modificación en la postura de un cuerpo’” (Ranciere, 2009b, como se citó en Quintana, 2020), aquí se propone indagar disposiciones corporales que en vez de alejarse del suelo cedan a él, lugar desde donde el cuerpo puede expandir naturalmente sus capacidades de movimiento y cultivar formas de relacionamiento más afectivas y colaborativas.
Haciéndole justicia a las células neuronales de nuestro estómago, a través de la experiencia sensorial que activa este dispositivo en el hacer y compartir alimentos (normalmente prohibidos en los espacios tradicionales de aprendizaje), se propone una tecnología del acercamiento: un eje articulador de comunidad, de vínculos de confianza y sentido de corresponsabilidad.
En los encuentros, que a veces toman forma de taller, a veces de intervención, acción o clase, normalmente se invita a los participantes a reflexionar sobre los anteriores temas mientras elaboramos juntos pan, mermelada y agua de panela (a veces también se comparten otros alimentos que los participantes deseen); imaginando conjuntamente otras formas de concebir los procesos educativos que así mismo le apuesten a formas de ser y estar en el mundo que no asuman la separación tajante entre mente, alma y cuerpo.
Hasta el momento, el dispositivo ha habitado en la Universidad Javeriana y la Universidad del Rosario clases de antropología, artes visuales (tanto de manera acordada con los profesores como sorpresiva), espacios desestructurados como ferias y semanas de actividades extracurriculares (Semana 11 en Artes Visuales, Semana del Convite en Antropología), y también se han dado desde él clases en la Academia de Lenguas Orientales (en donde soy profesora), tanto dentro de sus instalaciones como en forma de aula extendida, sacando a los estudiantes del salón.
Ha gozado así mismo de una participación amplia de personas de campos tan diversos como ciencia política, pedagogía infantil, comunicación social, lenguas modernas, artes escénicas, artes visuales, literatura, economía, psicología, ingeniería electrónica, antropología, sociología, así como miembros del CAE+E (Centro para el Aprendizaje, la Enseñanza y la Evaluación) y estudiantes de japonés, catalizando reflexiones valiosas entorno a la potencia del arte como herramienta que desarticula estructuras naturalizadas, el descuido del cuerpo en los espacios educativos y la fortaleza del cuerpo como una forma de cuidar a otros, las formas de legitimar el conocimiento en la academia, el lugar de la universidad como un lugar de creación y posibilidad y no de instrucción, entre otras.
En resumen, me interesa abrir nuevas posibilidades de encontrarnos desde lo afectivo y el hacer colectivo a partir de este dispositivo que invita a la cercanía, proponiendo una forma de aprendizaje que emerge de las relaciones afectivas y del intercambio entre cuerpos que afectan y son afectados. En este sentido, invitando tanto a profesores como estudiantes a relacionarse desde el mismo nivel, se replantea el rol de la pedagogía como un “guiar niños” y se encuentra mayor sintonía en corrientes emergentes como aquella de la sinagogía (Vigilante, 2019; Oliveira & Bonito, 2024), en donde no se asume la minoría de edad de una de las partes, sino que se cede la autoridad y se cobijan ambas en la co-guianza.
Referencias
- Eickhoff, H. (2017). El estar sentado en sillas como un modo de incomunicación. Revista Austral De Ciencias Sociales, 113-118. doi:http://revistas.uach.cl/pdf/racs/n16/art07.pdf
- Oliveira, H., & Bonito, J. (2024). Ideas of education: reflections and convergences. Studies in Education Sciences, 5(2), e4713.
- Quintana, L. (2020). Política de los cuerpos ([edition unavailable]). Herder Editorial. Retrieved from https://www.perlego.com/book/1989183/poltica-de-los-cuerpos-emancipaciones-desde-y-ms-all-de-jacques-rancire-pdf (Original work published 2020)
- Vigilante, A. (2019, 15 de noviembre). Sinagogia, «nueva»
Ficha técnica:
Técnica: Instalación interactiva, materiales variados
Dimensiones: 3,40 m × 2,60 m
Año: 2024
Acerca de la autora
Sayarii Menassa Valiente
Como artista, antropóloga y docente, disfruto explorando la intersección entre campos insospechados. Actualmente, a través de la investigación-creación en diálogo transdisciplinar y la educación artística, indago por formas de pensar con el cuerpo en colectividad. En mi hacer, suelo adaptar los medios a preguntas de investigación concretas donde destaco como principales intereses la creación audiovisual, la intermedia, el arte colaborativo, las acciones y el performance.