Funza es conocida como la “villa imperial y agricultora”, esta frase la lleva en su himno y en su escudo y se le otorgó, ya que era uno de los municipios más ricos en cuanto al campesinado, estos mismos que mediante la agricultura y la ganadería fortalecieron el crecimiento de nuestro municipio. Esto fue posible gracias al trabajo de muchas familias, que dedicaron sus vidas y sus tierras a cultivar y a trabajar en pro del campo y del municipio; esto era posible gracias a la gran cantidad de agua con que cuenta, o contaba el municipio, el cual se encuentra rodeado de humedales.
El proyecto Memoria campesina “de la villa imperial y agricultora “tiene como fin rendir un sentido y valioso homenaje a los campesinos del municipio de Funza Cundinamarca ya que debido al crecimiento socioeconómico y cultural esta labor ha ido disminuyendo con el paso de los años llegando casi a desaparecer, son muy pocas las personas o familias que aun se dedican a esta labor en los pequeños espacios veredales a los cuales no ha llegado “el desarrollo”.
Mediante este proyecto busco visibilizar la población campesina que mediante su trabajo se sigue ganando la vida y el sustento enfrentándose las dificultades y rescatando su perseverancia para seguir trabajando, sin importar los apuros y las condiciones desfavorables a las que se han tenido que enfrentar en su diario vivir. Nací y crecí en el municipio de Funza, un pequeño pueblo de la sabana occidente conocido como la perla de la sabana, el cual se encuentra rodeado por el rio Bogotá y el humedal Gualí; desde que tengo uso de razón, recuerdo como la gran extensión del municipio se veía enmarcada por grandes cultivos de papa, mazorca y hortalizas; las aguas del humedal permitían crear sistemas de riego, que hacían de Funza una tierra fértil y prospera para el tema de la agricultura.
Dicho esto, quiero que veamos la importancia que el trabajo de nuestros campesinos tuvo en el desarrollo de nuestro municipio y propender por rescatar su labor y su memoria, porque, en la actualidad no se le está dando valor al campesinado y su imagen se está invisibilizando, olvidando la importancia que ellos tienen aún en nuestra sociedad; es decir sin los agricultores no tendríamos alimentos en nuestra mesa; sin los ganaderos no tendríamos consumo de carne y los productos derivados, como la leche, el yogurt, queso, etc. Entonces la problemática planteada en mi obra radica en el olvido en que hemos colocado a nuestros campesinos, ya que fruto del desarrollo socioeconómico y cultural del municipio, la villa imperial y agricultora, ha transformado los grandes campos verdes y las grandes tierras que se destinaban a cultivos, por grandes construcciones, empresas, bombas de gasolina y parques industriales entre otros.