El presente proyecto se refiere a las cicatrices como actos significativos, donde se quiso hacer un homenaje y dar a conocer a la sociedad el valor que tiene el cuerpo humano como símbolo de vida. En este sentido, se quiere mostrar las cicatrices como un símbolo de lucha y de logro que estas personas han superado durante sus procesos de enfermedad y sanación, pues cada cicatriz que llevan, tanto física, como emocionalmente, tiene una historia para contar y un temor para quitar.

Es necesario mencionar que el proceso de investigación y exploración artística nació del propósito de rendir un homenaje a mi madre por su valentía y resistencia durante su lucha contra el cáncer de piel que ha dejado cicatrices físicas y emocionales como símbolo de coraje y lucha. Por este motivo, la característica principal del proyecto es la fotografía, por la cual, se pretende abordar cada cicatriz de la mejor forma artística posible, para que el espectador sienta y ame cada parte del cuerpo con o sin marcas. Para analizar la problemática de la belleza perfecta y de los cuerpos falsamente ideales, se generó un audio donde expusimos nuestro sentir y el sentir de las personas que enfrentaron estos procesos, quienes hoy en día aman más su cicatriz como símbolo de vida.

De esta manera, el objetivo de esta investigación fue producir un ejercicio fotográfico mediante el cual se puedan comprender las relaciones y rupturas, entre las cicatrices físicas y emocionales dadas por las enfermedades y accidentes en oposición a los parámetros de belleza impuestos por la sociedad. Para esto, se llevaron a cabo cuatro fases, donde primero se exploraron mediante charlas y fotografías las cicatrices en distintas personas, luego se expresó por medio de la fotografía los sentimientos captados en cada uno de los participantes, se realizó la curaduría de fotografías producto de la exploración anterior y, finalmente, se logró hacer la expresión artística donde los espectadores interactuaron con las imágenes para tomar conciencia sobre el valor que tiene el cuerpo como símbolo de vida.

La metodología consistió en el método etnográfico para integrar la fotografía con las narrativas provenientes de las entrevistas individuales aplicadas a las personas afectadas por las cicatrices físicas y emocionales. Como resultado se pudo utilizar el arte y la fotografía para representar la valentía de las cicatrices que las personas tienen en la piel con una creación artística, donde se pudieron abordar temas difíciles de una manera más accesible y emotiva, generando empatía y comprensión.

Finalmente, se descubrió que las fotografías de cicatrices como representación artística tienen la capacidad para transmitir una gran cantidad de información sobre la vida y la experiencia de las personas, y puede servir como una herramienta para celebrar la diversidad y la resiliencia humana. Por lo tanto, este proyecto es un gran aporte artístico y social, debido que la representación visual de las cicatrices también puede ayudar a romper estereotipos y a derribar prejuicios, invita a la reflexión sobre temas como la autoaceptación, la superación y la belleza en la imperfección.