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SALÓN UNIVERSITARIO

CREAR CON LOS OTROS

Prácticas artísticas participativas, colaborativas y colectivas

Topofilias. La casa habitada

Natalia Calao

La obra «Topofilias. La casa habitada» se trata de un ejercicio de investigación-creación en el que durante el último año y medio he explorado los significados de la palabra «casa» que habitan en la memoria individual, la mía y la de otros, a través de la conversación, de la construcción de una serie de objetos escultóricos y de la elaboración colectiva de un horno cerámico a cielo abierto para quemar estas piezas construidas.

Este ejercicio de investigación-creación lo he venido desarrollando durante el último año y medio y es una obra que se encuentra en construcción, que ha tenido tres momentos en tres diferentes lugares donde he vivido, habitado y trabajado: Mi casa en el Carmen de Viboral en Antioquia, La Morada Rosada en Honda Tolima (una casa en la que habité y trabajé durante un tiempo) y actualmente se encuentra en desarrollo en el Museo Casa de la Memoria en Medellín en un trabajo participativo al que fueron invitadas las Madres de la Candelaria, un colectivo de mujeres buscadoras de personas víctimas de desaparición forzada.

En este ejercicio establecí como eje conceptual el espacio metafórico y literal de la casa enmarcado teóricamente en el concepto de topofilias propuesto por Gastón Bachelard, en el que la construcción de un espacio cobra sentido en la medida en que se establecen lazos afectivos con ese lugar habitado.

El camino para llegar a esta serie de objetos escultóricos estuvo enmarcado en la metodología propuesta por el arte relacional, que invita a otorgar una primordial importancia a las interacciones que se generan entre los participantes y con aquellos a quienes se dirige la experiencia artística, priorizando estas dinámicas sobre cualquier elemento artístico concreto, para ello hice uso de varias herramientas metodológicas como entrevistas grupales, entrevistas a profundidad, talleres y la construcción de un horno cerámico a cielo abierto entre todos los participantes, este ejercicio dejó la experiencia de todo un proceso que dió cuenta de la acción de habitar y que se ha ido registrando de manera rigurosa en un documento escrito.

Este ejercicio se hizo en dos vías, la vía de la investigación, entendida esta como una vía que se encuentra en permanente construcción en el campo de las artes y que invita a una sistematización del proceso que sirviera como soporte y como cimiento de la casa que se está constuyendo. Y una segunda vía que permitió, a través de un ejercicio colectivo y creativo derivar en la construcción de un horno a fuego abierto en donde se llevó a cabo la quema de un conjunto de pequeñas casas construidas en cerámica.

Este ejercicio de investigación creación se mueve sobre el significado de la casa en el terreno de las topofilias, y la atención se fijó de manera especial en el carácter espaciante, es decir en las relaciones que se tejen de manera simbólica con el espacio y todo aquello que construye el espacio ocupado por los sentidos y las significaciones.

La casa habitada es la búsqueda de un lugar propio en un mundo marcado por las migraciones, el desplazamiento forzado o voluntario y la movilidad humana, que obliga a abandonar la casa que siempre se ha habitado.

Es una pregunta sobre cómo se construye una casa y con quiénes se construye, para hallar una casa que en tiempos modernos y de constantes flujos humanos se levanta con otros.

Es un ejercicio de investigación creación & residencia artística en desarrollo que busca transitar por distintos lugares, en el que durante una estancia determinada se hace un estudio de las tierras del lugar, se construyen una serie de piezas cerámicas y un horno a fuego abierto para quemar esas piezas a través de la metodología que propone el arte relacional sobre la pregunta cómo se construye una casa en diferentes lugares de Colombia.

Esta invitación que he venido haciendo con esta obra es un llamado a la contemplación del presente y de la memoria que construimos en nuestras casas, en el entendido de que la experiencia de habitar una casa que está ubicada en la zona urbana y que además está ayuntada, es una experiencia colectiva, de ahí que mi ejercicio de investigación-creación convoque a los vecinos de los lugares donde se realiza la obra a conversar sobre la casa que recuerdan y las formas de habitar la casa en la que viven actualmente.

Esta obra busca sumar una voz a los procesos de construcción colectiva de memorias y de reparación simbólica desde lo local y lo regional con un ejercicio que amplía el espectro de interpretación e incluye la dimensión estética de la paz, incluyendo nuevas reflexiones y otros públicos a la construcción de alternativas de paz, en este caso involucrando las posibilidades del arte y los oficios de la cerámica y la caligrafía; planteando la necesidad de realizar ejercicios de memoria y reparación simbólica que permitan reestablecer o crear los vínculos topofílicos que han sido rotos por el impacto del conflicto.

Los asistentes convocados a la realización de esta obra construyen casitas con barro, arman el horno entre todos, encienden el fuego, ponen las casitas de cerámica dentro del horno y cuidan la quema durante todo el tiempo, hasta que aparecen las casas transformadas por esta. Esta metáfora se vuelve aún más poderosa al asociarla con la idea de «todos». Sugiere la noción de inclusión y comunidad, en esta acción de habitar propuesta por mi ejercicio, cada uno de los participantes fue parte de un todo más grande y todos tuvimos acceso a ese sentido de pertenencia y cuidado. En este mundo utópico que plantea la obra «Topofilias. La casa habitada», el calor del hogar no es un privilegio de unos pocos, sino un derecho y una experiencia compartida. Esta búsqueda intencionada rompe con la idea de que el arte es un producto aislado para ser contemplado y lo transforma en una experiencia compartida, donde los invitados a visitar esta casa se relacionan de manera directa con la obra. En este contexto, la casa no es solo un tema, sino un espacio de encuentro y reflexión colectiva.

permite que la obra esté en constante transformación, adaptándose a los lugares y a las personas que la nutren. Este proceso colectivo es crucial para la obra, ya que las interacciones generan un tejido social y simbólico que convierte a cada escultura en un testimonio material de las vivencias compartidas.

Ficha técnica:

Título de la obra: Topofilias. La casa habitada. Instalación
Técnica: Cerámica, tipografía, caligrafía.
Dimensiones: Variables
Año: 2023-2024

Talleres: El Carmen de Viboral, Honda, Medellín

La construcción del horno

El resultado de la quema

Acerca de la autora

Natalia Calao

Maestra en Artes Visuales, Calígrafa & Escritora Soy la mujer que escribe. Me gusta la palabra en su forma y en su fondo. Encuentro en el diálogo entre los oficios el lugar preciso para materializar mis preguntas. A través de metodologías participativas me sumerjo en las comunidades, escuchando sus historias para nutrir mis prácticas artísticas, buscando siempre conectar con el lugar que habito. Como docente y artista invitada en distintos espacios le apuesto a la palabra compartida. Mis búsquedas caminan siempre sobre el eje de la movilidad humana. la forma de las letras como metáfora del paisaje y la casa como el lugar que se mueve conmigo. Tuve una mamá que cuidaba más los libros que la ropa. Me gusta el río, el perfil de las montañas y la letra cursiva.