En estado emergente, una investigación tiene por impulso incomodidades y deseos que captan la atención del pensamiento a la vez que arrojan briznas de intriga a la vida y el trabajo. En un proceso de investigación cruzado con la creación, la búsqueda de enunciación de los asuntos (que más adelante cobrarán sentido) acecha la imaginación en busca de materias y formas que los expresen. Es ahí donde se requiere que aquello que acosa al pensamiento en busca de significación haga semblante, mientras el deseo

“…lo demanda y le permite que se presente. Captarlo no es fácil ni inmediato, él tiende a ocultarse, y en su aparecer y desaparecer requiere de la paciencia de quien busca interactuar con él, estar preso del deseo que se da el tiempo necesario para que surja.” (García Moreno 2002, 79)*

La muestra actual de procesos de investigación-creación del VI Encuentro internacional de Investigación Universitaria (ENIIU) hace presentes procesos ligados a los instantes definitivos de la propia vida y de los espacios que la circundan, en relación con los fantasmas históricos y los afectos ligados a estos. El proceso de construcción de sentido hace semblante al alojar objetos, seres y territorios en el círculo de los vestigios de la memoria, las pérdidas y los conflictos, los agregados históricos, los espacios de imposibilidad y las huellas tenues de la cotidianidad rota por la ausencia, las regulaciones arbitrarias o la preocupación por los territorios que se habitan.

Las búsquedas se explayan en línea retrospectiva a los procesos y modos de insertar preguntas en la normalidad. Así, la reunión de procedimientos de la expresión artística da presencia vital a componentes de la praxis expresiva que escapan constantemente a nuestra revisión, como son los gestos cotidianos, la memoria, el cuidado y la preocupación por el mundo. Los jóvenes investigadores prestan sus expresiones a las presencias sutiles e invisibilizadas, develando algo de la secreta resistencia de seres y lugares a su desactivación política y al aplanamiento economicista.

Se presentan en la muestra propuestas de apertura sensible del pensar, en esferas de sentido que pasan por los recuerdos infantiles, los roles de género, los oficios y sus hacedores, el acervo cultural de imágenes y visiones críticas de las pautas de comportamiento que pretenden modelarnos. En esta búsqueda, fronteras entre artes como el dibujo, la pintura, el performance, la instalación, la arquitectura y prácticas artísticas en el lugar son revisadas para hacer emerger posibilidades prácticas y técnicas en las formas que salen de sus procesos. Se anuncia que estos procesos conducirán en su nivel más estructural, a prácticas artísticas que se harán complementarias y expandirán sus ámbitos al llevar a la expresión artística contenidos de la vida para problematizar los estatutos ontológicos de seres, cosas y lugares.

Ricardo Toledo Castellanos.