MUNAD

Mirares

Andrea Valentina Díaz

Exposición: Territorialidad y virtualidad

Hipnotizada con manos que actúan como armas y tejen los cables conectando la cotidianidad de estos días se halla cimentada en ocho patas que no logra ocultar su falda, todo mientras sus ojos reflejan y la enredadera de fondo rebela la naturaleza de su mirar, así sobre la silla de las miradas se ubica Tejedora.

Con sus manos de abeja en la flor, entre semillas que parecen mirar, se encuentra ella de pie en el vacío con pétalos que se conectan y cables que separan a flores de la tierra en tanto junta sus manos y sostiene los cables, mientras arrugas y antenas aguardan por tierra; campesina

Rodeado de flores de papa que parecen mirar, él carga los cables que transforman su ahora, y fuerzan sus pasos, logrando ocultar su mirar. Mientras en su ruana se hace un panal escudo ante los cables que se balancean en su espalda y las flores que se conectan; señor miel.

Moscas rondan ocultando las miradas, falseando la realidad, mientras las manos encadenadas se hallan vacías y las alas tan solo adornan ante la imposibilidad de volar, así enredadas en la corbata que enmascara preguntan por la novena mosca.

Levedad entre las miradas de flores sin pétalos que se sostienen entre dedos y manos desiertas que observan rotas sus ataduras, pero sus alas aún no se extienden, su mirada no cambia de color y la novena mosca aún se halla enmascara.

 En el aire bajo la pretensión de alejarse del suelo extiende sus alas saltando al vació, pero allí están las miradas que le hipnotizan. La misma que desde el rojo intenso le ha robado el color y le impide dejarse llevar por los aires; Polillas.

Ficha Técnica

Título: Mirares
Autor: Andrea Valentina Díaz
Técnica: Tinta china y acuarela sobre papel
Dimensiones: 26 x 50cm
Año: 2020

En momentos que se hace necesario ocultar las son- risas, e indispensable conservar la distancia mientras el abrazo forma un anhelo distante ello en medio de un llamado de la conciencia a respirar lento e interponer espacios acompañados siempre de un cubre bocas. Así en época de la Sociedad de la imagen mediado por cables, luces y pantallas, se transforma el sentir y se atrofia la percepción logrando que rápidamente pixeles y decibeles invadan una realidad en disputa.

Siendo el territorio un espacio significado, un proceso de dialogo con el espacio que es requerido a manera de intermediario para construir procesos de identidad, donde el paisaje se interpreta y el territorio se construye, siendo estos espacios evidencia de la fragilidad humana al presentarse en forma virtual que se vale de la pantalla elemento que más que un soporte de imágenes es un visor de la realidad que actúa a modo de espejo, o telaraña que se hila y atrapa a la sociedad. Esta vulnerabilidad humana se genera en la creación de un nuevo espacio-tiempo que se mueve entre lo simultaneo-virtual, al modificar los espacios de vida, la percepción y lectura desde lo intangible en el dialogo del territorio y la noción de sentido de lugar en el uso reflexivo y ecológico del amor al territorio, buscando reflexionar sobre el encuentro rural-urbano de la comunidad Boyacense.

En este espacio se busca problematizar la veracidad y confianza que se ha dado a la pantalla y la visión como ventana a otros mundos en su inclusión en los fenómenos de conocimiento, reconocimiento, e identidad, o si esto que pasa por la pantalla solo es una cortina de humo en un fenómeno meramente informativo con problemas por descontextualización.

Hecho que llega a enfrentar cómo el concepto pan- talla trastocado, por el uso tecnológico constituye un fenómeno que interfiere en la comprensión del espacio al actuar como filtro, tamiz en el dialogo que establece el territorio. Ahondando en posesos de desterritorialización, con metáforas virtuales en el territorio, a partir del territorio en las pantallas, don- de las ultimas han dejado de ser meramente un so- porte para contar con connotaciones propias. Así se postulan los “espacios otros” los espacios que se construyen en común, y la fragmentación en lo subjetivo del proceso, en un espacio transitorio, contestatario, con lapsos y puntos de fractura, ello en la yuxtaposición de lugares generando una reflexión sobre el tiempo y la manera de comprender el mundo desde la percepción, dando cabida a la metáfora del espacio virtual que cuestiona la aproximación al territorio desde lo virtual, y si realmente se vive a través de este, por la separación de lo tangible pro- pendiendo por una mirada crítica.
Lo anterior en marco de una investigación cualitativa, con base en la observación directa que parte de los cambios espacio temporales que la virtualidad ha traído a la sociedad los cuales se han de discutir, pues la sociedad de estudio se encuentra encuadra- da en un entorno con una mezcla que relaciona lo rural y lo urbano como ocurre en Boyacá siendo un aspecto a reflexionar que requiere de un llamado de atención, pues el valor histórico dentro de lo cotidiano de la tradición agrícola, el patrimonio natural y su conservación aparecen como necesidad. Una con un método que radica en la exploración, transmisión y profundización en el conocimiento artístico, para comprender la noción de identidad, habitar, transformación, haciendo hincapié en la naturaleza como instinto humano y como factor biótico, dentro del espacio natural y el cultural para construir los términos espacio-lugar territorio.
Si bien la investigación se basa en la observación directa a la cual se suman las historias, el dialogo, se generan metáforas visuales, así mismo se revisa bibliografía para abordar el componente metafórico y teórico, que se reúne en la fotografía, bitácora, bocetos, y el recorrer lugares. Planteando generar una propuesta plástica en la que la ilustración se junte con la problemática por medio de la metáfora para crear el discurso, respondiendo a una forma llamativa de abordar el problema, y representar un tema que trajo la época de lo efímero e inmediato. Ahondando así en la deriva y el habitar como metodologías de investigación respondiendo al conocer desde deambular que propone Deleuze en la deriva y las condiciones que interpone un territorio en la vivencia personal como ocurre con el habitar destacando las solicitaciones del terreno, y la identificación de estos puntos en los que el espacio enseña. Amparado por unos referentes teóricos como Los aportes de la geografía humanista que son parte importante del trabajo ya que Yi-Fu Tuan analiza la interacción humana con los medios geográficos, jun- to a las sensaciones que surgen en cada uno de ellos, este autor expone el termino <topo-filia>; como las conexiones emocionales entre el entorno físico y seres humanos, apoya el trato al problema desde la territorialidad, estudia el por qué la naturaleza y las posibilidades del espacio condicionan al ser. Esto situado en un espacio sumergido en una cultura como lo es la colombiana. Desde la literatura abordada por el escritor William Ospina quien crítica y desgrana el país en su historia, al resaltar la cultura fundamentada en la riqueza del territorio, ello en la naturaleza como medio constructor de identidad, así se trae a colación el problema de la nueva configuración espacio-temporal la cual se convierte en un reto para la percepción del territorio al ser intermediario en procesos de identidad ya que forja el espacio virtual. A este espacio virtual se pretende atender des- de la idea de pantalla total que propone María García pues esta alusión a lo digital, es usada como metáfora para el filtro o tamiz de la realidad. Sumando la virtualidad está cada vez más presente en la vida contemporánea, bajo la idea de que moldea la noción y construcción del territorio, a partir el espacio virtual en la pantalla al generar una discusión sobre la fragilidad que ello instaura en un humano que no conoce sino lo que le presentan; el filtro de una realidad porque esta se encuentra en el espacio tangible que es precisamente de lo que carece la virtualidad, lo que según Francisco Garrido efectúa un intercambio entre sociedad y ambiente, al proponer que lo anterior en un mundo globalizado implica un riesgo que se evidencia desde la situación misma que afronta el mundo en la actualidad.

 

ACERCA DE LA AUTORA

Andrea Valentina Díaz

Estudiante de último año de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, en su obra aborda las relaciones y problemáticas en torno al territorio y la sociedad en las que se enlazan procesos de identidad, donde se cuestiona sobre la naturaleza (cultural y biótica) que se han dispuesto como escusa frecuente y pregunta constante ello como resultado de un habitar rural que ha dejado una enseñanza clara aquella en la que el territorio es un dialogo que si bien genera una construcción entre sus raíces se teje un condicionante.