Esta escultura en bronce representa al educador y diplomático Gabriel Betancourt Mejía de pie, en actitud reflexiva, con las manos detrás de la espalda, como homenaje a su legado en el desarrollo de la educación en Colombia y su papel en la promoción del crédito educativo en América Latina. La obra no solo conmemora su figura, sino que también invita a reflexionar sobre el poder transformador del conocimiento en el espacio público.
La iniciativa para erigir esta escultura fue promovida por varias instituciones, incluyendo el ICETEX, la Asociación Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo (ÁPICE), la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad de los Andes, la Secretaría del Convenio Andrés Bello (SECAB), la Fundación APEC de Crédito Educativo (FUNDAPEC) de República Dominicana, la Fundación APLUB de Crédito Educativo (FUNDAPLUB) de Brasil y AVIATUR