El proyecto Maquinas de dibujo ha implicado sobre todo una serie de diálogos y encuentros. El principal de ellos, un encuentro íntimo y profundo con objetos, herramientas o formas de dibujo que hemos nombrado máquinas. Pensando en ellas de variadas maneras: como extensiones del curso, sistemas que se despliegan, cargas históricas y otredades con las cuales trabajar. El diálogo con estas máquinas nos ha llevado por lugares inesperados, haciendo que a partir de un acercamiento y reflexión por la noción de lo técnico y los trazados posibles, lleguemos a preguntarnos por la acción de nuestros cuerpos en relación a los objetos; por el tiempo que compartimos, habitamos y dedicamos a pensarlos, a su sonido, olor y movimiento en relación al nuestro; y a nuestro propio accionarlos para dibujar.

Además, nos hemos encontrado como investigadores y artistas en preguntas por lo técnico y las maneras de conocer a cada máquina. Escuchando durante el proyecto distintas formas de aproximarnos y mirar, para desde allí, encontrar y potenciar lugares particulares del hacer: partiendo desde la observación directa y la comprensión del oficio, hacía la pregunta por las posibilidades de dibujo y luego a la transformación y al trazo.

Esta muestra se ha centrado, más que en las nuevas apuestas o desarrollos de dibujo que pueden hacer estos objetos-máquinas, en las formas de acercamiento y procesos con ellas en diferentes escenarios y comunidades. Se develan entonces metodologías y reflexiones de miradas, de temporalidades y conversaciones con la máquina, pero también con los otros participantes del proyecto, y a través de ellos con términos específicos como la idea misma de técnica, de oficio, de temporalidad artesanal y de lo que la acción misma de dibujar y jugar con otrxs quiere decir. Otrxs, que aquí son también las máquinas y sus lógicas explícitas u ocultas.